Durante el año se realizan reuniones para realizar cambios o tomar decisiones en comunidad. En ellas se tratan asuntos que competen a todos los vecinos en conjunto con el administrador, abordando temas de cuotas, morosidad y problemas como reparaciones o adquisiciones por mencionar algunas con la finalidad de mantener la plusvalía de la inversión

Cualquier tema que haya que debatir en la reunión puede crear conflicto, sobre todo aquellos que implican obras y derramas. El conflicto puede ir desde elegir el horario de la piscina hasta seleccionar el modelo de puerta para cambiar las puertas del portal, elegir un presupuesto para realizar la obra, poner o no el ascensor o aprobar o no la derrama, entre otros asuntos. Por ello, la figura del administrador es importante pues actuará como mediador para evitar cualquier problema o discusión entre vecinos. Su objetivo es exponer a los propietarios de la forma más clara y concisa por qué deben realizar determinadas obras o acciones. Asimismo, al ser imparcial, se encargará de buscar un par de presupuestos para que sean los vecinos quienes decidan cuál prefieren.

El administrador ayuda a que los vecinos tomen las mejores decisiones, a que lleguen a un acuerdo. ¡Evita el conflicto!

1. Mantenener la calma
Si el objetivo es encontrar las respuestas para lograr solucionar los conflictos laborales, es necesario evitar incitar a que esos se hagan más grandes.

2. Conversar
Es importante hablar sobre el conflicto a través de un debate, donde se expresen de forma adecuada guiados por el administrador

3. Establecer un objetivo claro
Es uno de los pasos más importantes en el manejo de conflictos, ya que si no se cuenta con un objetivo claro no tiene sentido intervenir.

4. Establecer una negociación
Luego de que el administrador resuma las áreas de acuerdo y desacuerdo y defina el porqué del conflicto y los términos de este, debe preguntar a los partícipes si están de acuerdo con las conclusiones y las recomendaciones brindadas.

5. Buscar soluciones
Ya se ha debatido el problema y sus causas, por lo que es momento de navegar en la búsqueda de soluciones y emplear aquellas que ambas partes compartan. Y, para cada solución acordada se deberá incluir una serie de acciones medibles cuyos partícipes tendrán que estar dispuestos a aplicar.

6. Mantener un seguimiento del problema
A pesar de que ya se ha detectado el conflicto, se ha realizado un análisis y se ha trabajado en las negociaciones para solucionar el problema, no podemos asegurar de que hemos tenido éxito en su resolución, por lo que es necesario medir los resultados en las acciones que se han definido.

Para concluir:
Los conflictos pueden aparecer en cualquier momento y más en las reuniones vecinales, sin embargo, es necesario evitarlos a través de la correcta asignación de tareas, la definición de responsabilidades, fijación de objetivos, buena comunicación.

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